Ready Player One

Ready player one

James Halliday ha creado el universo virtual que representa la única posibilidad de búsqueda de la felicidad o al menos algo de equilibrio. Es 2044 y el mundo real se ha ido casi todo al drenaje mientras la gente se sumerge 10, 15… 20 horas al día en Oasis, la realidad virtual creada por Halliday, para ser otro en otro mundo.

Pero Halliday se muere y deja un testamento: quien encuentre el huevo de pascua escondido por Hallyday en la simulación heredará Oasis entero… será el dueño de la realidad virtual que hace que la vida sea al menos aceptable… y un emporio de billones y billones.

Los huevos de pascua son mensajes o “premios” que los creadores de videojuegos suelen dejar escondidos en la programación a manera de firma. No cualquiera los encuentra y para llegar al dejado por Halliday hay que resolver acertijos, superar pruebas, jugar otros videojuegos dentro de la simulación… y pelear, pelear con todo.

Es tal la importancia y tamaño de la fortuna en juego, que existen grandes compañías que reclutan (honestamente o no) a verdaderos ejércitos de jugadores para que busquen el huevo de pascua de Halliday. Pero existen también los que quieren competir por sí mismos y arriesgarlo todo por el sueño de poseer el universo.

Wade Watts es adolescente, gamer (¿será un pleonasmo?) y un chico honesto que competirá con todo para ganarse el premio (aunque se enamore en el trayecto). Pero nada asegura que lo logrará.

Si todo lo anterior ya suena a una excelente historia, las dudas se acaban por completo cuando va tomando forma un monumental homenaje a la cultura pop de los años 80 y 90 del siglo pasado. Están todos los referentes: Un DeLorean, Kubrick, MadMax, Calabozos y Dragones, Pac-Man, Stephen King…

¡Y por supuesto… SecondLife!

Pero como en toda historia de transformación, Wade se dará cuenta de algo: ningún bite puede igualar una explosión… o un beso real.

Ready Player One, novela de Ernest Cline que Steven Spielberg adaptó al cine, ambas versiones son verdaderas joyas. Y, si nos permites el mal consejo… esta vez podría ser más placentero ver primero la película (disponible en HBO y Prime) y después leer el libro (también disponible en digital).

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