Garra (Hustle)

Garra

La NBA es la casa del mejor basquetbol del mundo y Stanley Sugerman (Adam Sandler) es un excelente -aunque venido a menos- buscatalentos para los 76ers de Filadelfia, que necesitan hallar un jugador que los ponga de nuevo en la mira de los dueños de su equipo para hacerse entrenador.

Stanley encuentra a Bo Cruz, un muchacho prodigio, en las canchas callejeras de un barrio bravo de Madrid. Bo juega con las botas de obrero que usa para trabajar y logra jugadas -en retos uno a uno- que dejan a Stanley verdaderamente impresionado. Cuando trata de hablar con Bo, el muchacho acaba su juego, cobra su apuesta (en la calle es así) y se sube al autobús. El buscador logra contactar a la promesa y le convence de ir a hacer una prueba a Filadelfia.

Pero el equipo no está dispuesto a costear los gastos.

Ahí empieza la apuesta del entrenador que Stanley lleva dentro. El muchacho acepta dejar su trabajo, a su madre y a su hija, para buscar lo que siempre quiso: jugar en la NBA.

Ya en América, las cosas no son fáciles. Mentor y pupilo pasan por la consabida transformación personal que los lleva a un paso de la meta.

Aunque nada es sencillo… muchos chicos buscan ser la próxima estrella. Llega entonces el momento de la verdad… el de poner el resto sin seguridad de ganar nada… pero ambicionándolo todo…

Juancho Hernangómez, jugador de los Nuggets de Denver, encarna de manera muy aceptable a Bo Cruz. Adam Sandler muestra que es un actor solvente y que no sólo puede hacer comedias con sus amigos. Queen Latifa da vida a su esposa y Robert Duval ennoblece toda la producción con sus 5 minutos a cuadro.

Ver entrenar a Bo Cruz en las calles donde hace décadas vimos a Rocky Balboa le brinda un sabor especial a la película que, por si fuera poco, cuenta en su reparto con una larga lista de estrellas actuales y del pasado de la NBA: Trae Young, Jordan Clarkson, Khris Middleton, Aaron Gordon, Kyle Lowry, Seth Curry, Luka Doncic, Tobias Harris, Tyrese Maxey, Matisse Thybulle, Julius Erving, Charles Barkley, Shaquille O’Neal, por dejarlo en unos cuantos.

Una de las más grandes virtudes del filme es que logra mantenerse lejos de pretensiones. Es una película de deportes motivadora y emotiva. No pretende ser más. ¡Pero qué buena película de deportes!

Y -contra muchas opiniones- muestra que se puede hablar de basquetbol sin mencionar al número 23 de los Toros de Chicago. Es más, y a riesgo de cometer un sacrilegio… ¡Ni lo recuerda uno!

Muy recomendable producción de Netflix para un fin de semana tranquilo y descansado de verano.