Mamá, emprendimiento y crédito: ¡una buena combinación!

Según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), en nuestro país, 33 de cada 100 hogares familiares -o sea aquellos en los que al menos uno de los integrantes tiene parentesco con el jefe o jefa del hogar- son encabezados y sostenidos por una mujer. Es decir, por ti, mamá.

Seas directora de empresa o empleada asalariada, profesionista freelance o emprendedora comerciante, tú pones la muestra. Y sumas a la economía nacional mientras te encargas de la vida cotidiana de los tuyos.

Sabemos que en el caso específico del emprendimiento, estos últimos meses no han sido fáciles. Afortunadamente, la economía se ha echado a andar ya y estamos todos trabajando para recuperar lo perdido.

Los catálogos ya están listos y la clientela está esperando las nuevas ofertas. Por eso quizá haya llegado el momento de hacer números y  -aunque recalculando la utilidad- volver a pisar el acelerador.

Así que si compras y vendes por internet, puede que sea hora ya de cerrar un nuevo pedido, para que tus compradores no se queden sin ese artículo que sólo tú les puedes conseguir con la calidad de servicio que les ofreces siempre.

Hay que mantener la máquina en movimiento.

Utilizada responsablemente, la tarjeta de crédito te puede dar una ventana de financiamiento que te permita incluso conservar intacta tu utilidad. Pero debes recordar que no es dinero extra. Es simplemente una herramienta para posponer el pago hasta un momento en el que, por ejemplo, tú ya hayas cobrado lo vendido.

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