Star Trek Picard: inclusión intergaláctica

Jean-Luc Picard, el legendario segundo capitán de la Enterprise, heredero de las glorias de James T. Kirk, ha regresado a las pantallas para continuar encontrando nuevas formas de vida, nuevas civilizaciones y llegar a donde ningún ser humano llegó antes.

Patrick Stewart vuelve a encarnar al solitario y malhumorado capitán Picard, que -cerca de cumplir los 100 años- es ya almirante y se encuentra retirado en su finca de Burdeos produciendo vino de autor.

Pero algo extraordinario sucede, y Picard reemprende la travesía hacia la frontera final: el espacio… su espacio.

Con una primera entrega estrenada en enero de 2020, Star Trek: Picard se encuentra ya en su segunda temporada y nos permite volver a disfrutar la gran actuación de Patrick Stewart dando vida a un personaje lleno de profundidades, que nos demuestra que la ciencia ficción es mucho más que rayos y centellas en el espacio.

En la primera temporada Picard tiene que vencer las resistencias de un nuevo grupo al mando de la Federación, que se ha alejado de sus valores fundamentales.

Tras el inquietante cierre de la primera temporada, la segunda inicia con un Picard que, renovado y revitalizado, vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de replantear constantemente las ideas de igualdad, inclusión y hasta el entendimiento mismo de lo que es la vida.

Todo esto, por supuesto, sin faltar la acción, los efectos especiales y las buenas coreografías de pelea entre contrincantes.

Star trek: Picard tiene todos los ingredientes necesarios para pasar 50 minutos de entretenimiento inteligente y esperanzador: representantes de elencos de otras series de la franquicia, acción, cuestionamientos éticos sobre tecnología, diversidad, esperanza…

Una franquicia que ha hecho las delicias de varias generaciones a lo largo de más de 50 años nos entrega una razón más para desearnos larga vida y prosperidad.

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